Kaoru: (Mirando a cámara) ¡Bienvenidos a «Jeta a Jeta con…«! Soy Kaoru, la presentadora con la lengua más afilada en todo el mundo del anime. Hoy tenemos el placer de tener aquí a una invitada muy especial, una shinigami que se ha enfrentado a mil y un peligros en el Rukongai y la Sociedad de Almas. ¡Es un honor tener a Rukia Kuchiki! ¡Bienvenida, Rukia!
Rukia: Gracias, Kaoru. Es un placer estar aquí.
Kaoru: El placer es todo mío. Rukia, eres una shinigami con una gran cantidad de fans, pero todos quieren saber, ¿cómo es vivir en la Sociedad de Almas?
Rukia: Bueno, la vida en la Sociedad de Almas puede ser un desafío. Tienes que estar alerta en todo momento, enfrentarte a criaturas peligrosas y, por supuesto, lidiar con la burocracia shinigami.
Kaoru: ¿Burocracia shinigami? ¡Eso suena aterrador!
Rukia: Oh, créeme, lo es. A veces parece que el papeleo es más peligroso que los Hollows.
Kaoru: ¡Vaya! No me gustaría estar en tu lugar. Y hablando de Hollows, ¿alguna vez te has enfrentado a uno realmente extraño?
Rukia: ¡Oh, sí! Una vez me encontré con un Hollow que tenía forma de pato. Fue muy extraño y bastante gracioso, debo admitir.
Kaoru: Un Hollow pato, eso es…original. Y puede que delicioso… (pensativa) ¡Se podrían preparar muchos platos diferentes! (cayéndosele la baba).
Rukia: (mira desconcertada a Kaoru) …
Kaoru: Perdón, volviendo al tema y dejando los Hollows de lado, ¿alguna vez has tenido un desastre de moda en la Sociedad de Almas?
Rukia: ¡Oh, por supuesto! Un día, pensé que estaba usando un nuevo y elegante haori, pero resultó ser el uniforme de entrenamiento de Renji. ¡Qué vergüenza!
Kaoru: ¡Ja, ja! Eso es para morirse de risa. Pero seguro que te queda genial cualquier cosa que te pongas, Rukia, con lo mona que eres. ¡Qué envidia!
Rukia: (más roja que un tomate) Por favor, Kaoru.
Kaoru: Cambiando de tema, ¿alguna vez has tenido un admirador secreto entre los shinigamis?
Rukia: (Ríe) Bueno, parece que siempre hay alguien que deja notas anónimas en mi taquilla, pero hasta ahora, no he descubierto quién es. Supongo que tendré que seguir el rastro del papelito.
Kaoru: ¡Una verdadera detective! Hablando de misterios, ¿puedes decirnos algún secreto vergonzoso de algún compañero?
Rukia: (Sonríe traviesamente) Bueno, Ichigo tiene un osito de peluche que aún conserva desde que era niño. (poniéndose el dedo en los labios) Shhh, ¡es un secreto!
Kaoru: (Con estrellitas en los ojos) ¡Ooh, el gran Ichigo con su osito! Esto es jugoso. Gracias por compartirlo, Rukia, seguro que a los fans de Bleach les encantará esta información. Ahora, antes de que terminemos, tenemos una sección rápida de preguntas «¿qué preferirías?». ¿Lista?
Rukia: ¡Listísima!
Kaoru: ¿Dango o ramen?
Rukia: ¡Ramen, definitivamente!
Kaoru: ¿Renji o Byakuya?
Rukia: ¡Byakuya!
Kaoru: ¿Luchar contra 100 Hollows del tamaño de un pato o un Hollow gigante del tamaño de una montaña?
Rukia: ¡100 Hollows del tamaño de un pato! Sería adorable y, al menos, puedo patearlos y mandarlos lejos.
Kaoru: (Ríe) ¡Muy bien! Ahora, para el final épico de la entrevista, te desafío a completar la frase «En «Jeta a Jeta con…«, jamás diría mentiras, pero siempre diré…».
Rukia: (Sonríe) En «Jeta a Jeta con…«, jamás diría mentiras, pero siempre diré… ¡»Hasta la próxima, almas afortunadas»!
Kaoru: ¡Fantástico! Eso ha sido genial, Rukia. ¡Gracias por unirte a nosotros en «Jeta a Jeta con…«!
Rukia: El placer fue mío, Kaoru. Ha sido muy divertido.
Kaoru: Y a nuestros espectadores, ¡gracias por estar una semana más con nosotros y sintonizar (soportar) otra entrevista llena de risas y secretos reveladores! Hasta la próxima, ¡almas afortunadas! (Guiña un ojo y se despide mientras el público aplaude)
Kaoru, desconfiada, empieza a mirar a todos lados. Esperando el «gran final».
Kaoru: (pensando internamente) ¿De verdad hoy no va a pasar nada? Esto no es normal. Hay que hacer algo para arreglarlo.
En el último instante, Kaoru, aprovechando que Rukia está distraída, le coloca un sombrero extravagante en la cabeza antes de salir corriendo, dejando a Rukia perpleja y al público riendo a carcajadas. Bien está lo que bien acaba…
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