La Última Lluvia – Epílogo

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Todo se veía como un gran final, un final digno de un héroe- pensó Lagon-no me merezco ese final no puedo morir como algo que no soy, NO PUEDO!
Intento enfocar la vista, y pudo ver como la espada que tenia ahora frente a el era negra y se veía muy pesada. Recordó la primera vez que libero la magia de necro,
-la magia del karesak negro, también conocido como el devorador- le dijo su maestro
-Porque me ha elegido a mi, maestro?
-No te ha elegido, simplemente le necesitas para poder liberar tu magia, sin el no eres mas que un vulgar asesino, ni si quiera puedes hacerte llamar ejecutor.
-Entonces, con el karesak negro podre algun dia alcanzar su poder?
-lo dudo, eres muy debil
-Y porque mi espada se ve tan diferente?
-Eso es debido a la gran cantidad de magia que tienes latente en ti y que ha estado condensandose dentro de ti durante todos estos años, por eso tu espada antes era una espada curvada y ahora es una ala del angel de la noche.
-Una ala del ángel de la noche
-Se dice que quien pose el devorador es el ángel de la noche, aquel que lucha por los justos y que sufre las consecuencias de sus actos de formas inhumanas. Pero solo un ejecutor ha logrado ser dicho ángel
Pero entonces el nombre de ala de la noche no es mas que un nombre simbólico, no? Ya que mi espada esta ahora sin empuñadura, se ha vuelto negra casi al completo y además desprende una energía inmensa y muy pesada, y lo que mas me impresiona ya no es curvada si no que su forma es irregular se parece a la forma de una auna ala, ahora entiendo el nombre!
-De momento solo ves la cima del iceberg, Lagon, con el paso del tiempo descubrirás que tus poderes ahora son casi infinitos, eso si sobrevives al primer mes

Lagon recordó que al principio se sentía débil y lleno de poder a la vez, como si su cuerpo se pelara por morir o alcanzar el máximo de su poder. La primera noche mientras intentaba dormir, se despertó y guiado por el poder del devorador, mato a 30 personas. Las noches pasaban y cometía un asesinato tras otro, y cada vez que mataba a una persona se sentía más poderoso y mejor, pero durante unos instantes en los que tomo el control de su mente se encero en el sótano de la casa-guarida de su maestro. Allí es donde entrenaban meses atrás, antes de que Lagon absorbiera el karesak.
Había demasiadas armas en esa habitación
Meses después cuando consiguió ser consciente de cada movimiento que hacia, Lagon salio de ese sótano. Estaba magullado, lleno de heridas que aun sangraban y con unas marcas por todo el cuerpo hechas con la propia ala del ángel de la noche.
Su maestro se lo quedo mirando y dijo- Deberías estar muerto a estas alturas, Lagon esas marcas van a ser difíciles de sanar

Lagon consiguió sellar la mitad de las marcas de su cuerpo quedando visibles solo las de la parte superior derecha de su torso y su brazo derecho.

Nadie sabe que pasó durante los 5 meses que estuvo en ese sótano.

Lagon volvió en si, recordó todo lo que había pasado durante aquellos años, su ingreso en la Orden después de mil años de la muerte de su maestro. Una sonrisa asomo en su cara, y se dijo para si mismo- al parecer si que me hacías inmortal, Necro.
Otro recuerdo se apareció con fuerza en la mente de LagonMayla, la mujer que tanto amaba, y que el mismo tuvo que enterrar malditos sean los diosesella no merecía morir, su maestro tampoco, todas aquellas personas a las que quería habían muerto, esas personas no merecían morir el, si lo merecía y sin embargo era el único vivo.
Entonces recordó la promesa
-Viviré por tilo prometo.

Intento coger la espada, alargando el brazo tanto como pudo pero Dai le pateo el estomago y lo levanto por los aires hasta destrozar uno de los pilares del templo donde Mayla estaba encerrada.
-MalditomaldMALDITO SEAS!!!-grito Lagon
-Muere escoria!-Dai lanzo una bola de fuego gigantesca que abraso la piel de Lagon casi en su totalidad, estaba moribundo eran escasos los minutos que le separaban de la vida y la muerte. No podía pensar con claridad, nada se veía claro, todo era difuminado.
Pero tenia que llegar a necro el sabría que hacer

-Que cojones haces!

Lagon quedo paralizado, estaba mirando la espada pero no la estaba tocando entonces porque puedo oír a Necro-se pregunto.

-Acaso crees que podrás librarte de mi tan fácilmente?

Su voz era débil y lejana pero podía oírle, la esperanza ilumino el corazón de Lagon. Se levanto a duras penas mientras veía como todos los angeles se preparaban para calcinar aquel melancólico lugar. No pensó, se lanzo a por la espada. Noto como el calor le quemaba las marcas y como se intensificaba esa sensación a medida que se iba acercando a la espada, regon no se contuvo y lanzo su hechizo de atadura más poderoso sobre Lagon, el cual noto una gran fuerza pesada sobre su cuerpo y cayo estrepitosamente hacia el suelo, mientras Dai contemplaba la escena.

-Tu maestro tenia razón eres débil

-CALLATE!!! NO SOY DEBIL!!!- Lagon se levanto a duras penas del suelo y siguió avanzando hacia la espada, los angeles lazaron su hechizo con una perfecta sincronización y Lagon pudo sentir como le ardía el cuerpo entero, sin mas tiempo que perder salto hacia la espadaY todo se volvió blanco durante unos segundos.

-Jodido cabron, haces lo que sea con tal de llevar la contraria, no?

Lagon abrió los ojos y se vio a si mismo empuñando la ala del ángel de la noche, solo que esta vez era diferente, era un ala de verdad

-Ahora viene lo bueno, chaval!

La espada se fundió en el cuerpo de Lagon y se empezó a materializar en su espalda.
Unas alas negras y enormes le salieron de su espalda, y se desplegaron con una descomunal fuerza.

-Eres el ángel de la noche

Lagon vio en frente de el a Dai con la mirada demacrada por el terror. No dudo, materializo un ala de ángel de la noche y rebano la cabeza de Dai.
Después miro a su alrededor y vio a regon.
-Espero que seas mejor líder que Dai, viejo amigo.- regon asintió sin mediar palabra.
Lagon batió con fuerza sus alas y salió disparado hacia el cielo.

134 años después

Las calles de Escarda estaban oscuras y solo se veía a un palmo de distancia. Un mal día para que una joven muchacha de pelo dorado andará sola por esas calles.
Unos aspirantes a asesinos y violadores le sorprendieron en mitad de la calle y la dirigieron hacia un callejón sin salida.
Uno le arranco el vestido y el otro le hizo un corte en el pecho derecho. No hubo ningún corte ni estirón mas todo ceso de golpe, solo se oyeron los gritos agonizantes de los hombres que acosaban a la mujer y un simple y frío- vete a casa.
La mujer miro al cielo y dijo- Gracias ángel de la noche- después recogió su vestido e hizo caso a la voz.

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