Cuando el chico que te gusta no te hace ningún caso y quieres llamar su atención a toda costa, ¿hasta donde estarías dispuesta a llegar?, ¿estarías dispuesta incluso a dejar de ser humana si con eso pudieras estar cerca de él?.
Si te ofrecieran una máscara mágica que te permite convertirte en gato a voluntad, ¿te atreverías a utilizarla?.
Es cierto que a él le encantan los gatos pero no sabe que en realidad está contigo, ¿es suficiente para ti estar a su lado aunque la única forma que tienes de expresarle tus sentimientos sea con un miau?.
Pero ¡cuidado!, dejar de ser humana tiene sus riesgos y puede que la magia no sea tan inofensiva como parece.
La criatura gatuna que te ha ofrecido tan amablemente este mágico regalo puede que tenga intenciones ocultas y peligrosas para tí…

Cuando a tu chico le gustan los gatos más que tu…

La historia se desarrolla en Tokoname, en la prefectura de Aichi y se centra en Miyo «Muge» Sasaki. Una peculiar estudiante de segundo año de secundaria que está enamorada de su compañero de clase Kento Hinode, quien no muestra ningún interés en ella.
Lejos de desanimarse, Muge se dedica a perseguirle a todas partes aunque sin éxito alguno hasta que un día encuentra una máscara mágica que le permitirá convertirse en gato.
Esto le permite acercarse más a Kento al que le encantan los gatos y que se encariña con una misteriosa gatita que no deja de aparecer cerca de él a la que llama Tarō.

A partir de aquí la historia se llena de alegría y frustración a la vez para Muge ya que consigue acercarse a Hinode pero no en su forma humana y las cosas se le van complicando más y más, a medida que se va profundizando en la situación familiar de los dos protagonistas y en los problemas que trae el llevar una doble vida gatuna.

El elemento sobrenatural va dominando el relato, con toques de mitología y magia y obstáculos y dificultades que solo podrán superar con la ayuda de los amigos, de las criaturas que encuentran por el camino y sobre todo de su propia entereza y fuerza interior ya que el regalo de esa máscara mágica oculta segundas intenciones para Muge, algo que descubre demasiado tarde.

Magia de gatos con máscara

Nakitai Watashi wa Neko o Kaburu (Con ganas de llorar, pretendo ser un gato), es la nueva película de Studio Colorido..

Para esta producción original, Studio Colorido (Pokémon: Twilight Wings, Penguin Highway) ha contado con Mari Okada (Maquia, Anohana) en materia de guion y Junichi Sato (Sailor Moon, Aria the Animation) y Tomotaka Shibayama (Blue Exorcist, Le Chevalier D’Eon) para la dirección.

La fecha de estreno prevista en cines japoneses era el 5 de Junio pero a causa del Covid-19 el estreno quedó pospuesto indefinidamente. Gracias a un cambio de estrategia la película se ha estrenado en Netflix el 18 de Junio a nivel mundial bajo el título de Amor de gata. El doblaje al castellano ha sufrido retrasos al igual que muchas otras producciones por lo que de momento está disponible con subtítulos en 28 idiomas y audio en japonés.

La canción de Ending es «Usotsuki» interpretada por Yorushika.

Entre gatos y humanos anda el juego

Mi primera reacción antes de ver la película y solo por su tema fue pensar… otra de gatos!
Y es que en lo que a gatos se refiere mi listón está muy alto, al nivel del Baron Humbert von Gikkingen, personaje de Haru en el reino de los gatos, del estudio Ghibli.
Mi segunda reacción después de ver la película fue pensar… otra que sigue las huellas de Makoto Shinkai…y que sigue la fórmula mágica de Kimi no Na wa, historia de chico más chica (o al revés) en el mundo actual con tintes sobrenaturales y cielos inmensos con luz de atardecer coloreando enormes nubes blancas de algodón a lo lejos.
No me entiendan mal, me encantan esos cielos pero esto parece un híbrido de Gatos Miyazaki con Gatos Shinkai.
Y en ese momento caigo en la cuenta de que el guión es de Mari Okada y eso lo cambia todo, de pronto el híbrido funciona y puedo ver las pinceladas Miyazaki perfectamente integradas con las pinceladas Shinkai y como se entrelazan entre ellas con la precisión de un reloj suizo y… es hermoso ver como se complementan y encajan perfectamente y no puedo evitar pensar que todo es gracias a Mari Okada (con permiso del director).

Y después empiezo a comprender a medida que repaso la lista de los trabajos de Okada…
AnoHana, su primer gran éxito que ya es un clásico que te toca la fibra sensible por mucho que intentes evitarlo
Lupin the Third: The Woman Called Fujiko Mine (dura pero con un estilo del que muy pocas pueden presumir)
El guión de 8 episodios de Kuroshitsuji (¡ese mayordomo!)
El guión de 6 episodios de Fate/stay night (sin palabras)
…y muchas más que no caben aquí

Y sobre todo y por encima de todo Maquia, una historia de amor inmortal, que es el primer debut de Okada como directora.

Hay que reconocer que el estudio ha echado el resto con el diseño del minino. Especialmente recomendada para los amantes de los gatos, la gatita protagonista es realmente adorable y cuando la ves por primera vez sientes como te sube rugiendo una ola desde dentro que trata de salir con un estruendoso ¡¡¡¡Kawaiiiiiiiiiiiiiiii!!!!
Pero no contentos con eso, se han marcado una tremenda apuesta al introducir una pincelada de morphing muy leve, casi inadvertida pero que apunta los rasgos de la chica sobre los rasgos felinos y le da una tremenda veracidad a la transformación mágica. Ahí ¡Chapeau!.

El resto es historia como suele decirse, una vez apuntados los nudos de la trama, se van deshaciendo como era de esperar. No es el encaje de bolillos de La chica que saltaba a través del tiempo, pero si que hay interés en ver como termina aunque no creo que me entre la necesidad de volver a verla un par de veces al año como me pasa con las de Miyazaki y alguna de Makoto Shinkai.

Con Nakitai Watashi wa Neko o Kaburu no ha habido ese flechazo pero ha sido entretenida y hay que reconocer que su mundo gatuno es lo mejor que he visto en gatos yokai desde hace mucho… con permiso del Barón.

¿Seguro que no quieres darnos tu opinión?