004 Jeta a jeta con… Keitaro Urashima (Love Hina)

HumorJeta a jeta con...
DAN KAWAGUCHI-(Mirando a cámara) Bienvenidos una vez más a Jeta a jeta con Dan Kawaguchi. En el programa de hoy tenemos el placer de poder disfrutar de la presencia de uno de los hombres más envidiados del planeta. No, no me estoy refiriendo a George Clooney. Hoy, dispuesto a sincerarse con nosotros, el protagonista de Love Hina, Keitaro Urashima. (Mira a Keitaro) Gracias por acudir a nuestro programa, Keitaro.
KEITARO-(Con una sonrisa) No hay de qué, es todo un placer.
D. K. – Bien, supongo que sabrás que eres uno de los hombres más envidiados del mundo entero. Por el bien del sexo masculino, ¿podrías decirnos cuál es el secreto de tu éxito con las mujeres?
K- Bueno, la verdad es que creo que fue en una ocasión en la que me dio por bañarme. Regalaban una muestra gratuita de desodorante Axe con el papel higiénico, por lo que me lo eché. La verdad, aunque parezca mentira, el tan renombrado efecto Axe. . . ¡es cierto! (Saca un bote de desodorante Axe y mira a cámara con una brillante sonrisa) Chicos, si utilizáis el nuevo Axe Machoman tendréis a todas las hembras que queráis a vuestros pies. ¡Disfruta del efecto Axe!
D. K. – (Mirando cómo Keitaro se ha quedado en la misma postura mostrando el producto a cámara durante varios minutos) Vamos, Keitaro, no nos engañes. Deja de hacer publicidad subliminal, por favor, todos sabemos que has firmado un contrato con Axe después del éxito de Love Hina. Cuéntanos la verdad y, como vuelvas a hacer publicidad de otro producto sin nuestro consentimiento, te meteré el bote de Axe por el mismo sitio por el que le gustaba a Kaworu meterse la Lanza de Longinus.
K- (Guardando el Axe a toda prisa, completamente acojonado por la amenaza de Dan) Bueno, yo. . . la verdad. . . La verdad es que el secreto de mi éxito es. . . haber sido creado por un tipo frustrado sexualmente. . .
D. K. -(Poniéndose de pie en su sillón de un salto, triunfante) ¡Ja, lo sabía! (Rápidamente, recompone la compostura) No tienes por qué mentir, Keitaro. Este es un programa donde prima la verdad y la sinceridad. Aquí nadie te va a juzgar por lo que digas. ¿Que luego haya legiones de personas furiosas esperándote fuera para mutilar todos tus miembros en una orgía de sangre y vísceras? Aaaaah, te jodes, ese es tu problema. . . (Dan se encoge de hombros) En todo caso, y después de todo, sigues siendo un hombre muy envidiado. Dime, ¿qué se siente al estar rodeado de media docena de chicas loquitas por tus huesos?
K- Hombre, es verdaderamente un regalo del cielo. Un chico fracasado como yo, que ha suspendido dos veces los exámenes de ingreso a la Universidad, que es un gafotas y que no sirve ni para ser informático (¿acaso hay una carrera más desoladora en lo que respecta al trato con el sexo femenino?), el haber sido creado por Ken Akamatsu es todo un sueño, mucho mejor que te toque la lotería.
D. K. – (Mirando fijamente a Keitaro y acercándose cada vez más) Mmmmmm. . .
K-(Apurado, sin saber qué quiere Dan) ¿Pasa algo?
D. K. – (Se abalanza sobre Keitaro y empieza a estirarle la cara a la vez que le busca el carné de identidad) ¡Vamos, vamos, admítelo, tú eres en realidad Ken Akamatsu! ¡He visto fotos de él y es clavadito a ti!
K- (Mientras es castigado físicamente por Dan, gimiendo y jadeando) ¡Oh, sí, más, más!
D. K. – (Pegando un salto, asustado) ¡¿Pero qué dices, pervertido?!
K- (Colocándose las gafas) Oh, perdón, perdón, es que, por culpa de Naru, he desarrollado un masoquismo atroz. . .
D. K. – (Interesado) Ajá, por eso te gustaba tanto ella.
K- Sí, bueno, en realidad no me interesa nada de ella, es una cazurra, pero esos golpes que me pega. . . (Se excita sólo con pensarlo).
D. K. – (Escandalizado) ¡Pero serás pervertido!¡Pero es que no es sólo ese tu único vicio! ¡¿Qué hay de tu relación con Shinobu?! ¡La pobre sólo tiene 13 años, tío! ¡13 AÑOS!
K- No, no voy a decir nada. Debido a ese asunto, los del Defensor del Menor me tienen vigilado todo el día y. . .
(De pronto, lo que parece una unidad militar de élite irrumpe en el plató. Rápidamente, arrestan a Keitaro y se lo llevan esposado mientras vigilan a todo el mundo con sus fusiles. Justo cuando se van, llega Naru completamente enojada y, sin reparar en nada, se dirige directamente a Dan al no ver a ningún otro chico en escena)
NARU – (Llena de ira) ¡Keitaro, cacho cabrón! ¡¿Qué es lo que has dicho sobre MÍ?!
(Sin mirar siquiera, propina un super-puñetazo a Dan, que vuela a través del techo del estudio)
KAORU – (Se acerca a Naru mientras observa el boquete que ha abierto Dan en el techo) Oye, maja, no llevas las gafas, ¿no?
NARU – (Jadeando por el esfuerzo y mirando también el boquete) No.
KAORU – Y sin ellas no ves un pimiento, ¿no?
NARU – No.
KAORU – Tampoco hace falta que lo jures. Acabas de demostrar que eres más cegata que un gato de porcelana. . .
(Minutos después se sabría que, tras el puñetazo de Naru, Dan aterrizaría justamente delante del furgón policial que llevaba a Keitaro a la cárcel por pederasta, atropellándole sin remedio. Bien está lo que bien acaba. . . ).

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